Sobre el amor y la guerra

Si este blog habla de temas trillados, no podìa dejar pasar un tema super trilladìsimo como es el tema del amor. Lo anhelamos vivir asì como en los cuentos de hadas, como en las pelìculas romànticas, pero la realidad no es asì tan perfecta como quisieramos.

Creo que muchos se han sentido como yo, como si no pertenecieran a la tierra, como aliens. Queremos sentir el amor perfecto, pero nuestro problema es que lo buscamos en el lugar equivocado: afuera de nosotros,en las relaciones imperfectas con el amor imperfecto, que està herido y frustrado tambièn al igual que estamos nosotros.Tenemos un corazòn herido, a veces destrozado.Tenemos traumas y heridas dormidas no sanadas, escondidas como un virus dormido en nuestro sistema nervioso, listo a explotar y revivir en cualquier momento que alguien nos vea de la forma equivocada (o sea, de la forma en que màs nos duele), y que se dispara en erupciones emocionales y afligen nuestras relaciones. Un mecanismo de defensa para estar siempre al ataque. El juzgar nos hace sentir superiores, ubicàndonos por encima de ellos, para esconder el dolor y el trauma por los juicios y el rechazo que nos hagan. Cuando juzgamos, neutralizamos ese poder sobre nosotros: juzgamos a otros, condenamos a otros para evadir la experiencia de sentir el dolor y el miedo de no sentirnos amados o aceptados.

Todos habitamos cuerpos separados, diferentes historias,diferentes pasados, familias, caràcter, valores, preferencias,perspectivas y destinos. Vemos y respondemos diferente y cada uno vive su vida a su manera. Cuando nos abrimos al otro no hay diferencias ni limites, y se encuentra el momento del amor como si cayera agua sobre agua. El problema es que creemos que el amor perfecto es constante y que asì debe manifestarse. Y la realidad es que es intermitente. Son solo momentos, por eso hay que disfrutar cada cambio, cada diferencia, porque todos cambiamos todos los dìas, por eso el amor no es constante todos los dìas ni es el mismo, pero no significa que no sea amor, sino al contrario: el amor es aceptar los cambios y disfrutarlos. Por lo que si estas esperando vivir un amor constante con una sintonìa constante con la otra persona, estaras destinado a la frustraciòn, decepciòn y tristeza porque eso es simplemente imposible que suceda. Esa persona tendrìa que ser exactamente alguien igual a tì, sentir igual, pensar igual, con el mismo pasado en el mismo lugar. Todos somos ùnicos. Todos queremos diferentes cosas de la vida y de las personas. El resultado es de la armonìa a la desarmonìa, entendimiento al desentendimiento, creando heridas y separaciones. Hasta la pareja mas estrecha de matrimonio, han tenido cada uno momentos de desentendimiento, soledad y desconexiòn con el otro.

Los niños necesitan espacio para ser ellos mismos, a un niño no se le puede asfixiar ni abandonar, ambas cosas al extremo hace que el niño crezca con temor y traumas. Aunque nuestros padres nos han amado incondicionalmente, no siempre expresaron amor, debido a sus propias limitaciones. No ha sido su culpa, ellos tambien han tenido sus miedos, inseguridades, frustraciones, traumas y heridas como todo el mundo. Es simplemente una limitaciòn humana. Si pretendemos que la razòn del amor està en los demàs, que el amor depende de afuera, estamos condenados a estar perdidos en el dolor, decepciòn, abandono y traiciòn. Convertirse totalmente dependiente del amor externo a nosotros en los demàs, (incluyendo aquì el amor a un dios tambien), quedamos atrapados inconscientemente en nuestra niñez esperando que nos den algo que no recibimos de niños. Cuando podamos corregir por nosotros mismos: lo que nuestros padres no nos dieron o en lo que se equivocaron, cuando nuestras amistades no estuvieron, cuando nuestras parejas no nos comprendieron, podremos sanar las heridas de nuestro corazòn y empezar a tener mejores relaciones con todos ellos.

Nadie puede adivinar exactamente què quiere la otra persona en cada momento. Quizàs ahora queremos que estè al lado y nos consientan, pero momentos despuès, queremos espacio y estar solos. Es muy difìcil saber cuando y què pasa dentro de la otra persona en cada momento, porque siempre està cambiando.
Entonces, ¿còmo podemos esperar y pretender estar completamente sintonizados con alguien cuando la mayorìa no puede ni sabe controlar los propios cambios, percepciones y necesidades? Y no solo tenemos diferentes necesidades y perspectivas, todos queremos ser amados de una forma particular y queremos que nos amen como necesitamos y como queremos, a nuestro estilo. Quizàs la otra persona se sentirà màs amada si se le da espacio para ser èl mismo. Asi que, si esperas a que te amen como quisieras, el otro se sentirà controlado, y lo que se activarà serà para uno el miedo de la imposiciòn, y para el otro el miedo al abandono, volvièndose un cìrculo vicioso. No se deberìan tocar las llagas y heridas mutuas de esta forma, por lo que a pregunta que sale de aquì es: ¿estamos actuando con amor cuando imponemos al otro amarnos como creemos que deberìan? ¿no es èsta una forma de control y violencia? Las expectativas de amor en las relaciones de pareja la mayoria de las veces es una sutil forma de violencia, como una especie de exigencia de que los otros deben de llenar esas expectativas y vacìos nuestros. Todo en la vida tiene sus ciclos, sus movimientos, antes de una expansiòn hay una contracciòn, hay sinergia y hay entropìa, la energìa se mueve en olas, en ondas, donde hay picos y fondos, no se puede tener un pico sin que venga de un fondo, todas las relaciones humanas son imperfectas e impermanenetes asì como todo en este planeta y universo, que està en constante movimiento.

Nada permanece eterno de la misma forma, todo cambia. Cuando aceptemos que asì es la vida y las relaciones, que cuando haya separaciòn y desentendimiento, que eso sea el impulso para un nuevo entendimiento y conexiòn. Si miramos honestamente nuestras vidas, podremos darnos cuenta de que nunca nadie estuvo completamente ni totalmente ahì en un modo constante. Alguna vez nos hemos sentido solos e incomprendidos. Todos tenemos nuestros propios miedos, inseguridades, tendencias a manipular y a la agresividad, que hacen bloquear los canales para que el fantasioso amor constante y fluìdo se lleve a cabo.Siempre esperamos es que nos comprendan otros, pero la comprensiòn de quien realmente nos aliviarà completamente, es la nuestra. Siempre nos comparamos con otros, y eso es simplemente un obstàculo para comprendernos y amarnos nosotros mismos. Porque aunque queramos amar puramente, nuestras limitaciones inevitablemente hacen que todos los sentimientos fluctùen en ondas como toda la energìa del universo.

Dejar ser lo que realmente somos, ayuda a reconocer la importancia de dejar a los otros ser como ellos realmente son. Una de las cosas mas amorosas que podemos hacer es dejar que los otros sean diferentes de uno y liberarlos de nuestras exigencias y nuestras expectativas. Entre menos esperemos de las relaciones de los demàs, màs apreciaremos a los demàs por lo que son. El elemento mas destructivo en las relaciones humanas es la urgencia de hacer mal al otro, juzgarlo, rechazarlo, castigarlo por sus equivocaciones. Cuando el otro actùa, habla y nos "toca en la llaga" o en nuestro talòn de aquiles, se dispara la alama y nos transformamos en monstruos, y el otro con su mecanismo de defensa, dispara el suyo tambièn. Cambiando la culpa hacia los otros, hace que yo no tenga la responsabilidad por mis propios problemas. Las consecuencias tràgicas se ven en todas partes: en matrimonios, en familias, en organizaciones, y entre paìses. Por esa constante lucha entre la gente que no es capaz de aceptar las diferencias del otro. Cuando menos dependamos de la persona que amamos para llenar nuestros vacìos, mas libres vamos a ser y vamos a poder ver a la pareja como la persona que realmente es. Cuando se hacen las paces con las heridas que nos disparamos cada uno de nosotros, se transforma en aceptar mas al otro y a uno mismo.

Todos estamos hambrientos de amor, pero al mismo tiempo, nos rehusamos a abrirnos completamente porque no confiamos en èl. El no sentirnos completamente amados y que podemos ser amados, nos hace crecer frios y todas las tragedias humanas parten de ahì. Esta parte fria de miedo y frustraciòn es lo que hace aparecer ataques terroristas de toda clase. No solamente las bombas sino tambien los ataques emocionales que salen de nosotros y bombardeamos los corazones de los demàs. Cuando la gente se siente no-amada o maltratada, miran a quien culpar o con quien desquitarse. Hasta que no erradiquemos esta plaga desde adentro de cada uno de nosotros, el desamor pasarà a travès de generaciòn tras generaciòn, expandièndose por toda la tierra, por todos los tiempos.


De verdad creen que si no hubieran guerras mundiales, ni guerrilleros de las farc, ni atracadores, ni ladrones, ni violadores, etc...todo serìa un paraìso? por favor! ¿hasta cuando vamos a seguir tapando el sol con un dedo? Toda esta guerra empieza desde nuestras casas, desde nuestras relaciones. Sanemos de una vez por todas las heridas que llevamos arrastrando desde niños por nosotros mismos y no esperemos siempre que sean otros a que nos la sanen. Empecemos a hacer las paces con las personas a nuestro alrededor y a aceptar las diferencias, acabemos primero la guerra que producimos nosotros mismos.

Encendamos una vela, en vez de seguir maldiciendo esta oscuridad que cada uno de nosotros hemos hecho oscurecer.